Al noroeste de la provincia de Málaga, muy cerca de Sevilla y Cádiz, se levanta la localidad de Ronda, de unos 36.000 habitantes, que también da nombre a la comarca en la que se encuentra: Serranía de Ronda. La ciudad yace sobre una meseta elevada que el Río Guadalevín parte en dos creando una garganta de varias decenas de metros de profundidad. Sus edificios se asoman a ambos lados de la garganta, lados que unen tres puentes, siendo el más característico el Puente Nuevo, imagen típica de la ciudad.
La ciudad de Ronda data de la época romana —llamada por entonces Arunda—, ciudad fundada a partir de asentamientos íberos. Sin embargo, fueron los musulmanes quienes potenciaron la ciudad como cabecera de la comarca. Debido a su ubicación, Ronda era un lugar estratégico y sitio obligado de paso entre la sierra, la costa y los valles del interior.
Justo al pasar el Puente Nuevo se encuentra el Convento de Santo Domingo, construido en el siglo XV por orden de los Reyes Católicos, que hace las veces de Palacio de Congresos y Exposiciones, y también alberga el Conservatorio de Música de Ronda.
Anexa al Convento de Santo Domingo se encuentra la iglesia del mismo nombre, en el interior había un concierto a cargo de los alumnos del conservatorio, en la fachada exterior encontramos este homenaje a los viajeros del romanticismo.
Continuamos hasta el Alminar de San Sebastian, del siglo XIV, originariamente formaba parte de una mezquita y más tarde sirvió como campanario de la Iglesia de San Sebastián, desaparecida hoy día.
Más abajo se encuentra el Palacio del Marqués de Salvatierra, del que destaca su fachada barroca con una puerta adintelada y con un frontón quebrado con figuras de influencia indiana.
A pocos metros se encuentra el Palacio del Rey Moro, en la Cuesta de Santo Domingo, de planta irregular y con multitud de escaleras que salvan los desniveles del terreno. El palacio ha sufrido diferentes reestructuraciones y reformas. Dentro del recinto hay una mina de origen árabe que captaba agua del río. Mediante más de dos centenares de escalones, que salvan un desnivel de unos cien metros, se accede al fondo del Tajo, al nivel del río. Además de la mina, pueden visitarse unos jardines, diseñados a principios del siglo XX por el arquitecto francés Forestier, que están distribuidos en bancales de diferentes niveles unidos por escalinatas. La presencia de agua, fuentes y estanques es constante. La entrada de adulto al Palacio cuesta 4€ y da acceso a los jardines y la mina, ya que el palacio se encuentra en restauración.
Río Guadalevín desde el fondo de la Mina del Rey Moro.
Al final de la Cuesta de Santo Domingo se ubica un pequeño mirador desde el que se contempla la parte baja de la ciudad. A un lado del río se encuentran los Baños Árabes.
Colores de otoño
Desde el mirador también se ve parte de la antigua muralla y el Arco de Felipe V.
Desde el mismo mirador, al otro lado del río, se observa la Iglesia del Padre Jesús, del siglo XVI, y ubicada en el barrio del mismo nombre. La iglesia es de planta rectangular y tiene tres naves separadas por arcos de medio punto.
Para acceder al Puente Viejo, hay que cruzar el Arco de Felipe V.
Frente a los Baños árabes, muy próxima al Puente Viejo, se encuentra la Ermita de San Miguel-Santa Cruz. Antiguamente, en el mismo lugar, estuvo ubicada la sinagoga; sin embargo, su función como capilla data de la Reconquista.
Los Baños Árabes de Ronda son los mejor conservados de toda la Península Ibérica. Se trata de un recinto termal de época musulmana, situado en el Barrio de San Miguel (Antiguo Arrabal). Su construcción data del siglo XIII y se estructura según el modelo romano: salas de baño frío, templado y caliente. Actualmente conserva el sistema hidráulico casi en su totalidad.
Recepción de los baños
Sala templada
Calderas
Puente Viejo desde el Puente Árabe
En el tintero se quedan un montón de cosas como, por ejemplo, las Murallas, el Ayuntamiento, el Museo Municipal, el Museo Lara y, como no, el entorno de la ciudad. Sin lugar a dudas Ronda es una ciudad que merece una visita más larga; no obstante, ya hay excusa para volver.
Más información: Turismo de Ronda